Propósito Ornamental

Elementos específicos y repetidos, sistema decorativo… así podemos definir lo que es un ornamento. Al decorar un lugar quisiéramos que este sea único y original. Pero también, como meta tendremos las ansias de poder formar parte de él. Dicho esto, ornamentamos para singularizar y pertenecer.

La ornamentación de un lugar hace que el lugar resalte sobre los demás, lo cual lo singulariza. Podemos ver esto en la Casa Batlló de Antonio Gaudí en el que utiliza colores llamativos y elementos distorsionados. Lo cual, crea una especie de moda ya que trata de imitar lo inimitable.

Con dichas decoraciones en un espacio, se tiene que lograr que la sociedad pueda formar parte de él como un todo. Y para que las personas se logren relacionar con un estilo no convencional como lo es la Casa Batlló, se debe representar ideas poéticas que recuerden motivos, como Gaudí dijo alguna vez. En este momento entra la esencia de la moda memorable en el que diferentes elementos nos recuerden algunos estilos con el que nos relacionábamos pero que están evolucionando.

En conclusión, al ornamentar se quiere lograr un espacio singularizado y que cause sentido de pertenencia para las personas a su alrededor. Para que así todo fluya con un cierto balance en el que se le pueda dar razón a lo que sucede en el lugar, aunque sea fuera de lo común. Ese estilo de singularización e ideas poéticas que logran una pertenencia, no tan solo rompen con el modelo común sino que crean un continuo movilismo en la sociedad.